EL HAYEDO DE TEJERA NEGRA.

Descubre la biodiversidad del hayedo más meridional de Europa.

Localizado en el pueblo de Cantalojas, fue incluso nombrado patrimonio de la Unesco en 2017.  Su biodiversidad se debe a su estatégica situación, en una vertiente protegida de los duros inviernos serranos.
¿Qué saber antes de viajar al Hayedo de Tejera Negra?

¿Dónde está el Hayedo de Tejera Negra? ¿Cuál es la mejor época para ir? ¿Cómo debo reservar mi acceso? ¿Qué hago si no tengo reserva?

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¿Cómo y qué ver en el Hayedo de Tejera Negra?

Descubre las rutas circulares que discurren por su interior y disfruta de su biodiversidad sin perderte detalle gracias a los paseos guiados

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Turismo en los alrededores de la Tejera Negra

¿Dónde puedo comer o alojarme cerca del Hayedo de Tejera Negra? Te desvelamos los mejores sitios para un viaje de 10

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¿QUÉ SABER ANTES DE IR AL HAYEDO DE TEJERA NEGRA?

El bosque de hayas más meridional de Europa

obablemente hayas escuchado esta particularidad con respecto al Hayedo de Tejera Negra. Su situación y los dos ríos que lo alimentan dan lugar a un ecosistema singular en estas latitudes. De hecho, se trata de un bosque relíctico, establecido en un pasado, cuando el clima de la zona era más húmedo y frío que en la actualidad. Esto le valió ser declarado Parque Natural en 1978 y, más tarde, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2017.

El bosque de hayas más meridional de Europa.

Probablemente hayas escuchado esta particularidad con respecto al Hayedo de Tejera Negra.
Su situación y los dos ríos que lo alimentan dan lugar a un ecosistema singular en estas latitudes. De hecho, se trata de un bosque relíctico, establecido en un pasado, cuando el clima de la zona era más húmedo y frío que en la actualidad.
Esto le valió ser declarado Parque Natural en 1978 y, más tarde, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2017.
Lillos y Zarzas. Estos son los nombres de los dos ríos que surgen del Glaciar de la Buitrera y llenan de vida el Hayedo de Tejera Negra. Este entorno, junto con la orientación del valle donde se ubica, garantizan un clima húmedo y benigno. O, al menos, más templado que el del resto del Parque Natural de la Sierra Norte, donde está incluido como una zona de Especial Protección.

Situado en el pueblo de Cantalojas, cada año recibe miles de visitantes. Es, probablemente, el mayor atractivo turístico de la Sierra Norte de Guadalajara. Y no es de extrañar. Especialmente en otoño -la mejor época para visitar el Hayedo de Tejera Negra- es todo un espectáculo de color. Ocres, dorados, naranjas... Las hojas caducas de hayas y robles contrastan con las siempre verdes de perennes tejos, acebos o pinos. 

Sus más de 1600 hectáreas son el hogar de multitud de especies de flora y fauna que te iremos descubriendo a lo largo de estas líneas.

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¿Cómo llegar al Hayedo de Tejera Negra?

Para llegar a este Hayedo de Guadalajara deberemos desplazarnos hasta el pueblo de Cantalojas. En el noroeste de la provincia de Guadalajara, está muy cerca del límite con Segovia y en la vertiente este del Macizo de Ayllón.

Desde Madrid o Guadalajara, la mejor forma de llegar es desde la propia Guadalajara. A continuación tomaremos la CM-101 siguiendo las indicaciones de Fontanar - Fuencemillán. Será a la altura de este último cuando tengamos que dirigirnos hacia Cogolludo, siguiendo la CM-1001. En una rotonda, poco antes de llegar al Embalse de Alcorlo, tomaremos la CM-1006 hacia Veguillas-Galve de Sorbe. Por último, seguiremos las indicaciones de Cantalojas, que nos llevarán por la GU-213 hasta el municipio.

Atravesamos el pueblo siguiendo las indicaciones de "Parking de Tejera Negra". Tras 4-5km de pista forestal (de grava, pero en buen estado) llegaremos al punto desde el cual inicia nuestra ruta.
Aunque compite en belleza con otros bosques de hayas como el Hayedo de Montejo o el Hayedo de la Pedrosa, es el que puede transitarse más fácilmente.
Además, dada la capacidad de su aparcamiento, conseguir acceso es más sencillo. Si bien, es cierto que en octubre y noviembre es necesario reservar. 

¿Cuál es la mejor época del año para visitar Tejera Negra?

Sin duda, el otoño es ese momento donde el Hayedo se transforma. Se convierte en un lugar mágico con atmósfera de cuento. Las mañanas brumosas nos traen a la mente las leyendas artúricas. Las tardes en las que el sol se filtra entre los árboles, crean un ensueño dorado lleno de paz.
Este paisaje idílico llama la atención de cientos de visitantes que se acercan a contemplarlo cada semana. Precisamente por este motivo, la reserva de la plaza de aparcamiento es imprescindible.
Las fechas ideales se sitúan entre la última semana de octubre y las dos primeras de noviembre. Al coincidir con el Puente de Todos los Santos, si planeas hacer tu visita para entonces, tendrás que preverlo con bastante antelación para conseguir tu acceso.

¿Nuestro consejo? Si tienes la oportunidad y quieres conocerlo de la forma más auténtica, te recomendamos visitarlo entre semana o hacerlo en otra estación. De hecho, no debemos subestimar la primavera como un muy buen momento para visitarlo. 

Tras el deshielo, el hayedo se llena de vida y los primeros brotes nacen bajo el sol de primavera y el murmullo de los arroyos, que fluyen por sus cauces de pizarra.
El hayedo se viste entonces con todas sus gamas de verde para darte la bienvenida.

¿CÓMO RESERVAR EL ACCESO AL HAYEDO DE TEJERA NEGRA?

Como escribíamos más arriba, reservar tu acceso sólo es estrictamente necesario durante la temporada de otoño. El resto del año no es necesario reservar.
Sin embargo, si visitas el Hayedo de Tejera Negra durante los meses de octubre y noviembre, deberás reservar el aparcamientoDe esta forma te garantizarás poder llegar con tu vehículo hasta el parking interior. Este punto es el inicio de la Senda de Carretas.
Esta ruta circular de 6km recorre todo el interior de este precioso bosque de hayas. Es sencilla, sin mucho desnivel y perfecta para toda la familia. Los perros también son bienvenidos pero deberás llevarlos con correa en todo momento. 

DESCUBRE MÁS

La Senda del Robledal

La Senda de Carretas es sólo el camino más concurrido de la Tejera Negra pero no el único. ¿Nos acompañas a recorrer el sendero más auténtico del hayedo?

¿Puedo entrar sin reserva al Parque Natural?

Por supuesto que sí.
Reservar pase para visitar la Tejera Negra durante su "temporada alta" puede ser una tarea complicada. Durante fines de semana y festivos las plazas suelen agotarse con meses de antelación. 
¿Significa esto que entonces no podremos acceder al Hayedo de Tejera Negra sin reserva?
En absoluto. 
Al hacer la reserva simplemente estamos asegurándonos una plaza en el aparcamiento. Esto nos permitirá llegar con nuestro vehículo hasta el parking donde inicia la Senda de Carretas.
De las rutas que recorren el hayedo, ésta es la más conocida. Permite adentrarse en el núcleo del bosque con una dificultad muy asumible. Precisamente por ello, también es la más transitada y la preferida por el público familiar.
Sin embargo, hay otra ruta para descubrir el hayedo de Tejera Negra: la senda del Robledal. 
Con una longitud de más de 16km, tiene un tramo en común con la primera, pero describe un recorrido más amplio. Esto se debe a que su inicio se sitúa en el Centro de Interpretación del Parque Natural. Allí deberemos dejar nuestro vehículo en caso de no haber obtenido el permiso para estacionar en el aparcamiento más cercano.
La Senda del Robledal no sólo es igualmente bella, sino más tranquila que la de Carretas. Además, también os dará la oportunidad de encontraros con esta última durante un tramo para finalizar de nuevo en el Centro de Interpretación.

¿Qué hacer si no tengo reserva y quiero recorrer la Senda de Carretas?

Existen otras tres opciones para visitar el Hayedo de Tejera Negra en fin de semana si no tenemos reserva.

  • La primera es alojándote en cualquiera de las casitas rurales que encontrarás en este portal. Los establecimientos adheridos a la Asociación Sierra Norte de Guadalajara disponen de un cupo para sus alojados. Envíanos un mensaje y pregúntanos qué alojamientos están disponibles. O bien contacta directamente con tu preferido.
    Ven a pasar unos días maravillosos a nuestra sierra... ¡Y asegúrate tu pase!

  • La segunda es contratar una ruta guiada de la mano de una empresa de ecoturismo. Por ejemplo, con los compañeros de La Tormenta. Esta vía no sólo te asegura el acceso, sino un conocimiento mucho más profundo del Hayedo. Gracias a sus explicaciones, descubrirás el origen del bosque y las especies que lo habitan. Además, podrás despreocuparte incluso del desplazamiento. Ellos se encargan de todo.

  • La tercera consiste en acercarnos a la zona a partir de las 13h. En este momento, los más madrugadores comienzan a marcharse y el aparcamiento se va liberando. También empiezan a reasignarse las plazas que quedaron desiertas. Es decir, de personas que reservaron pero finalmente no acudieron. 
    Aunque el acceso no está 100% garantizado, es habitual que podamos terminar entrando.

No obstante, -siempre que podáis- lo mejor es visitarlo entre semana. Disfrutar del Hayedo de Tejera Negra sin prácticamente gente es una de las mejores experiencias que podéis vivir en la Sierra Norte de Guadalajara.

¿Es gratis acceder al Hayedo de Tejera Negra?

Sí. El acceso al Parque Natural es completamente gratuito. Lo que tiene un coste adicional es acceder con nuestro vehículo. En este caso, se nos cobrará una cantidad testimonial en concepto de parking. El dinero recaudado es destinado a sufragar los gastos de mantenimiento del Parque Natural.
Dependiendo del vehículo con el que acudamos, la cantidad a abonar será diferente. 
Si hacemos la reserva desde la web de Áreas Protegidas de Castilla - La Mancha, las tarifas serán las siguientes:
Motos: 2€
Turismos: 4,85€
Autocaravanas: 7€
Microbus (menos de 35 plazas): 10€
El pago se realiza con tarjeta en el momento de efectuar la reserva.
Si, por el contrario, hemos obtenido nuestro pase a través de nuestro alojamiento, el pago deberá hacerse en efectivo in situ. 
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¿CÓMO Y QUÉ VER EN ESTE HAYEDO DE GUADALAJARA?

Además de hayas, coloreadas de naranja, otras muchas especies vegetales y animales habitan este singular ecosistema en regresión.
¿Sabes distinguirlas?
Sigue leyendo y conviértete en todo un experto. Disfrutarás aun más tu visita

A través de la Senda de Carretas: la flora del Hayedo

Como seguro que ya sabes, la Senda de Carretas es la ruta más sencilla para recorrer el Hayedo de Tejera Negra. Y esto no le resta ni un ápice de belleza. Sin embargo, si te apasionan las plantas, te recomendamos la Senda del Robledal. Ésta, aunque más exigente, te permite observar muchas más especies, como arces, abedules, acebos...
No obstante, si lo que buscas es disfrutar de los colores del otoño, la Senda de Carretas es ideal. En ella, las hayas y los robles son los protagonistas. Rojos, naranjas, dorados y verdes a lo largo de un agradable paseo muy Instagrameable.

Lo primero que has de saber es que los ejemplares que habitan el hayedo son más o menos jóvenes. Su conservación empezó a tenerse en cuenta en la década de los setenta. Previamente, hasta dos veces fue talado a mata rasa. La primera, en el Siglo XIX y, más tarde, en el 1960. Sólo 18 años antes de ser declarado Parque Natural. 
Los árboles que hoy vemos -salvo excepciones-, han rebrotado de los tocones que fueron talados en su día. 

Mientras recorremos con el coche la pista forestal hasta el aparcamiento, observamos una vegetación agreste. Este monte bajo está compuesto en su mayoría por jara y estepa. También es común ver arbustos de Espino Blanco, conocido como Rosa Canina. Éstos pierden sus hojas en otoño y se cubren de preciosas bayas rojas: el escaramujo.

Al estacionar nuestro vehículo y comenzar la senda, llegamos a un paraje más abierto. A nuestra izquierda se alza un hermoso bosque de pino silvestre. Mientras, la senda discurre entre éste y el río Lillas, que nos acompaña a la derecha.

La jara y estepa desaparecen por completo para cederles al Espino Blanco y el Brezo. Éste, que goza de la humedad, crece a la vera del río. A finales de verano florece en tonos de blanco, rosa y malva.

Poco a poco pequeños robles melojos van desfilando en el horizonte hasta hacerse cada vez más frecuentes.
No es hasta recorrido el primer kilómetro cuando empiezan a aparecer las hayas. 

Tras un pequeño ascenso en curva, nos adentramos en un bosque mucho más frondoso. Desde él ya no veremos la montaña. A cambio, divisaremos las primeras hayas junto al arroyo Carretas.

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The Room

El bosque caducifolio se convierte ahora en el total protagonista. Mientras, la ruta cruza un par de puentecitos de madera hasta llegar a la reproducción de una carbonera. Esta estructura, conformada por una pila de leña cubierta de tierra y hojarasca, se utilizaba tradicionalmente para obtener carbón. En breve encontraremos al único ascenso duro -aunque corto- de todo el recorrido. 

Desde la parte más alta podremos desviarnos al Mirador de la Pradera Matarredonda. A nuestros pies, veremos entonces las diversas zonas de haya, que se extienden como lenguas de lava valle abajo.

Seguimos avanzando por la zona alta, mientras descendemos lentamente. El bosque se vuelve menos denso pero más variado. Así, salpicados entre el naranja, descubrimos verdes abedules, pinos o tejos. De entre los últimos, destaca un ejemplar milenario, bien señalizado.
En las zonas más umbrías, pequeños rodales de musgo decoran las rocas.

Nos acercamos ya al tramo final, donde los abedules toman el protagonismo. Tras 1km de descenso, habremos llegado de nuevo al aparcamiento.

Micología: Recoger Setas en el Hayedo de Tejera Negra

Si hay algo que no puede faltar dentro del imaginario de los bosques otoñales son las setas. Tan recurrentes en los cuentos de gnomos y hadas, es un elemento que asociamos al 100% con lugares mágicos, como el Hayedo de Tejera Negra. Y, en este caso, la realidad dista poco de la fantasía.
En especial en el abedular, último tramo de la Senda de Carretas, es muy común divisar multitud de especies de setas y hongos.
Desde la preciosa Amanita Muscaria hasta el preciado Boletus Edulis, pasando por los Níscalos, o Lactarius Deliciosus.
Sin embargo, no debemos olvidar que el Hayedo de Tejera Negra es un Parque Natural y una zona de especial protección dentro de la Sierra Norte de Guadalajara. Por ello, la recolección y extracción de elementos -incluidas las setas- no está permitida. En cualquier caso, siempre es recomendable consultar la normativa al respecto.
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Micología en la Sierra Norte de Guadalajara

La Sierra Norte de Guadalajara es un entorno ideal para la recogida de setas. Acompáñanos en esta lectura sobre las especies más comunes y la forma correcta de recolectarlas.

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The Room

Como seguro que ya sabes, la Senda de Carretas es la ruta más sencilla para recorrer el Hayedo de Tejera Negra. Y esto no le resta ni un ápice de belleza. Sin embargo, si te apasionan las plantas, te recomendamos la Senda del Robledal. Ésta, aunque más exigente, te permite observar muchas más especies, como arces, abedules, acebos...
No obstante, si lo que buscas es disfrutar de los colores del otoño, la Senda de Carretas es ideal. En ella, las hayas y los robles son los protagonistas. Rojos, naranjas, dorados y verdes a lo largo de un agradable paseo muy Instagrameable.

Lo primero que has de saber es que los ejemplares que habitan el hayedo son más o menos jóvenes. Su conservación empezó a tenerse en cuenta en la década de los setenta. Previamente, hasta dos veces fue talado a mata rasa. La primera, en el Siglo XIX y, más tarde, en el 1960. Sólo 18 años antes de ser declarado Parque Natural. 
Los árboles que hoy vemos -salvo excepciones-, han rebrotado de los tocones que fueron talados en su día. 

Mientras recorremos con el coche la pista forestal hasta el aparcamiento, observamos una vegetación agreste. Este monte bajo está compuesto en su mayoría por jara y estepa. También es común ver arbustos de Espino Blanco, conocido como Rosa Canina. Éstos pierden sus hojas en otoño y se cubren de preciosas bayas rojas: el escaramujo.

Al estacionar nuestro vehículo y comenzar la senda, llegamos a un paraje más abierto. A nuestra izquierda se alza un hermoso bosque de pino silvestre. Mientras, la senda discurre entre éste y el río Lillas, que nos acompaña a la derecha.

La jara y estepa desaparecen por completo para cederles al Espino Blanco y el Brezo. Éste, que goza de la humedad, crece a la vera del río. A finales de verano florece en tonos de blanco, rosa y malva.

Poco a poco pequeños robles melojos van desfilando en el horizonte hasta hacerse cada vez más frecuentes.
No es hasta recorrido el primer kilómetro cuando empiezan a aparecer las hayas. 

Tras un pequeño ascenso en curva, nos adentramos en un bosque mucho más frondoso. Desde él ya no veremos la montaña. A cambio, divisaremos las primeras hayas junto al arroyo Carretas.
El bosque caducifolio se convierte ahora en el total protagonista. Mientras, la ruta cruza un par de puentecitos de madera hasta llegar a la reproducción de una carbonera. Esta estructura, conformada por una pila de leña cubierta de tierra y hojarasca, se utilizaba tradicionalmente para obtener carbón. En breve encontraremos al único ascenso duro -aunque corto- de todo el recorrido. 

Desde la parte más alta podremos desviarnos al Mirador de la Pradera Matarredonda. A nuestros pies, veremos entonces las diversas zonas de haya, que se extienden como lenguas de lava valle abajo.

Seguimos avanzando por la zona alta, mientras descendemos lentamente. El bosque se vuelve menos denso pero más variado. Así, salpicados entre el naranja, descubrimos verdes abedules, pinos o tejos. De entre los últimos, destaca un ejemplar milenario, bien señalizado.
En las zonas más umbrías, pequeños rodales de musgo decoran las rocas.

Nos acercamos ya al tramo final, donde los abedules toman el protagonismo. Tras 1km de descenso, habremos llegado de nuevo al aparcamiento.