El Vado, Santa María y La Vereda (Tamajón)

Al final de la presa del Vado (atentos a los dragones y a la carretera GU-188 que lo bordea, camino de Tamajón, llena de rincones increíbles) sale una pista forestal.  En buen estado, es accesible en coche y va paralela al pantano, cogiendo altura para mejor disfrutar de las vistas, mientras el Pico Ocejón se mantiene expectante. A medio camino, junto al embalse aparece a lo lejos majestuosa la iglesia de Santa María, citada en el Libro del Buen Amor. El casco urbano de La Vereda se funde con el paisaje.

Más adelante el arroyo Vallosera y su molino en un precioso paraje merecen una parada; a unos cientos de metros, en el cruce sale una senda a la derecha que va a la iglesia y al pueblo abandonado de El Vado. A la izquierda, la pista a La Vereda, un pueblo negro y auténtico (aquí no llegó la electricidad, el teléfono y agua potable en las casas) quizás el más bello de todos. Dedícale tiempo y disfrútalo. Inolvidable.