Un rey niño (Alfonso VIII), Atienza sitiada, el rey de León que aspira a serlo también de Castilla, el Domingo de Pentecostés de 1.162, unos arrieros que sacan de la villa al niño oculto en la reata, el agradecimiento real en forma de fuero y la pasión del pueblo son elementos esenciales de la fiesta más antigua de la Sierra Norte.
Este domingo los hermanos, a caballo y vestidos de época, cruzan el pueblo para recorrer 2 kms hasta la ermita. Recogen la virgen y la llevan en romería a la Peña de la Bandera, donde subastan las andas. Tras la misa, bailes de los cofrades en el portalillo, comida y Salve cantada. De regreso cruzan el casco urbano hacia el camino de las Cuevas donde tiene lugar las carreras de caballos. Una fiesta diferente y espectacular.
Para más información, presione AQUÍ